Post by Ter on Dec 31, 2006 8:41:44 GMT -5
GASTON GAUDIO
"De la cabeza me siento preparado para volver a ganar Roland Garros"
Gastón Gaudio, lejos del retiro, está enchufado: "Quiero recuperarme y volver a ser top ten". El Gato también habló de la Copa Davis, de su deseo de volver al equipo y destacó el liderazgo indiscutido de David Nalbandian.
"Claro que quiero volver a la Davis, pero primero debo jugar mejor".
Si se domina el vértigo, la vista desde el piso 15 del hotel Conrad permite disfrutar una superposición de postales balnearias. La pileta de extrañas formas unos pisos debajo, la bahía que separa a La Brava y La Mansa, zonas determinadas según el oleaje, la isla Gorriti y las embarcaciones que la rodean... En el balcón del hotel, Gastón Gaudio (28) juguetea con su amigo inseparable (el celular) y acepta hablar con Olé antes de fugarse a una excursión en lancha. Su fisonomía cambió y no porque se haya cortado el pelo o tomado sol: desde hace dos meses usa aparatos fijos, que lo acompañarán por tiempo indefinido. Su ánimo en la charla también cambia cuando se le anuncia: "Tema: Copa Davis". Sus ganas de estar son palpables, la bronca por no haber estado en semifinales y final sigue allí, y se siente avalado por su récord copero (13-3 en singles).
—¿Qué es lo que esperás para el año próximo?
—Me gustaría estar donde estaba antes. Jugar mi mejor tenis y después de un año en el que me sentí bastante cansado y no estuve al 100% de la cabeza. Quiero ver si puedo llegar a donde estuve en años anteriores, entre los top ten.
—Este año por fin pudiste tomarte más de una semana de vacaciones, lo que no habías podido hacer años anteriores.
—Sí, eso influye. Obviamente que viene bien llegar más descansado. Pero que haya parado no quiere decir que vuelva a ser el de antes. Pero lo voy a intentar. Me falta agarrar confianza, sé que no estoy jugando un gran tenis.
—¿En qué momento de tu carrera estás? ¿Empezaste a pensar en asuntos externos al tenis o seguís focalizado solamente en él?
—Ahora sólo pienso en tenis. El año que empieza voy a dar el 100% y ver si puedo llegar al nivel que quiero estar. Después de este año veré qué hago.
—¿Seguís con la idea de encarar por el lado de las finanzas para cuando no juegues más?
—Sí, me encanta. Algún día, cuando deje de jugar, estudiaré. Algo voy a hacer.
—Y cuando hablás de volver a ser el de antes, ¿creés que podrías ganar Roland Garros otra vez?
—Primero tendría que jugar buen tenis de nuevo. De la cabeza estoy preparado para volver a ganarlo; mentalmente, haber vivido semejante experiencia es una ventaja. Hay que entrenar duro y esperar: llega un día que empezás a jugar mejor, y mejor, y mejor. No me está pasando ahora.
Un reflejo instantáneo de su tenis es su carácter. Y últimamente, se lo vio enojado consigo mismo, castigándose en exceso, insultándose. Este año empezó igual: no ganó ningún partido: perdió con Robredo y Tursunov en la Copa Vilas, con Nico Massú en la Copa Argentina y aquí en Punta perdió con Willy Cañas, aunque vale decir que no se lo vio tan enojado. Ahora espera su debut oficial en Auckland el 8 de enero para recuperar tenis.
—Los gritos en la cancha, que ya son un clásico, son la expresión de la falta de buen juego de la que hablás...
—Es fastidio, impotencia, un montón de cosas juntas. Ahora por lo menos tachamos el tema de jugar tantos partidos seguidos, porque no vengo ganando. Lo único que queda es poner voluntad.
—¿Llegaste a ver resúmenes por tele o por Internet de tus gritos?
—Me contaron. Lo vi en un gimnasio una vez pero no tenía audio, no lo podía escuchar. Pero lo miro, me reconozco y lo entiendo, la gente por ahí no. Cuando lo vivo, hay veces que no se puede controlar.
—Como la vez que te rompiste los pantalones y quisiste jugar así...
—(Sonríe). Son situaciones que no puedo bancar. Es más fuerte que yo.
—Ya dijiste que no te veías en la próxima serie con Austria. ¿Qué pensás del año de la Davis en general?
—Lo principal es que empiece a jugar mejor yo y que el capitán tenga la presión de si tengo que jugar o no. Porque ahora si no jugué acá (por Argentina) contra Australia en polvo, no voy a estar de titular en Viena (NdeR: la serie con Austria se hará en Linz). Es como que no da, ¿entendés? ¿Qué cambió? No hubo ningún torneo, no mejoré ni nada, si pensamos en la lógica de llevar el mejor equipo. No me veo en ese equipo. Pero obvio que quiero volver a estar en la Davis.
—¿Cómo está tu relación con Alberto Mancini? Se habló de una discusión...
—No está mal. Siempre estuvo bien, lo que pasa es que... él es el capitán y si él decidió que no estoy, no estoy. No puede haber una mala situación porque no hay nada que discutir. El decide todo y está bien. Por más que diga lo que diga, no cambia nada.
—¿Creés que no ir a Croacia porque no te sentías con el nivel suficiente te restó puntos para el resto del año?
—A mí me parece que es una decisión correcta si el capitán dice: "El que se baja de una, no puede jugar el resto del año". Si lo puede cumplir, y no lo hace cuando le conviene, me parece bien. Luego hay que ver si lo puede cumplir. Decir: "Bueno, éste no juega acá y no juega más". Igual, yo si fuese capitán no sería así, para mí tiene que jugar el que mejor está, aunque sea cuartos, semi, no importa... Porque el año es muy largo y son muchas las situaciones... Siempre tendría que llevar un equipo para ganar y que sea la mejor formación. No importa si no jugó todo el año... A ganar, no a que haya buena onda... A ganar.
—Para el 2007, es posible que David no juegue con Austria y luego, si se gana, regrese. Ahí no lo cumpliría, pero ¿creés que avala a David su condición de crack?
—Para mí, David es como Federer: tiene que jugar cuando quiera. Por ahí hay muchos que no comparten esta visión. Ojalá tenga ganas de jugar la mayor cantidad de veces posible. Lo quiero siempre en mi equipo. Hoy, te voy a decir algo, hay dos jugadores... Ni siquiera eso, te digo uno, que gana dos puntos de visitante. ¿Entendés? Y perdimos. Ni Ljubicic, ni Davydenko, ni Rodthingy... Ni Nadal, en pasto o contra Croacia pierde. David es el único que te da dos puntos de visitante, ¡en el mundo! Y yo, siendo capitán, lo pongo cuando tenga ganas. Aunque diga: "Hoy juego, mañana no". Si querés ganar la Davis es así.
—¿Creés que habrías podido rendir en una cancha rápida como la que se usó en Rusia?
—La Davis se hace difícil, pero creo que cuando uno pasa un buen momento todo se puede superar. Chucho no es un crack en cemento, pero así y todo jugó bien. Mismo Nadal hizo final de Wimbledon y no es un fenómeno en pasto. Hablando de Chucho, me parece perfecto que entre a jugar en cemento, pasto o lo que sea. La confianza se prioriza ante todo. Si Coria o yo estamos pasando un mal momento, y Acasuso está bien, es el que tiene que jugar.
—¿Cuáles son hoy los parámetros que creés que maneja Mancini? ¿Qué cuenta primero: el nivel actual, el ranking, actuaciones en la Davis, el grupo...?
—No sé. No sé qué prioriza. Elige el mejor equipo. Es lo que dice. Lo del momento, te das cuenta. Vos tenés que hablar con los jugadores, preguntarles, cómo te sentís, sentís que podés, que no podés... Vos sabés, viviendo del tenis tenés idea quién puede llegar a ganar un partido, o te ponés en la posición del jugador al que vas a enfrentar y te preguntás a quién le costaría más. Por una cuestión de peso, también. Yo si tengo que jugar una final de Grand Slam y tengo que enfrentar a Coria así como está, que no pasa por su mejor momento, o contra uno como Del Potro, que está jugando bárbaro, yo prefiero a Del Potro pese a su nivel. Por una cuestión de respeto, de peso. Eso es lo que siento. Hay muchas cosas que el capitán tiene que pensar.
"De la cabeza me siento preparado para volver a ganar Roland Garros"
Gastón Gaudio, lejos del retiro, está enchufado: "Quiero recuperarme y volver a ser top ten". El Gato también habló de la Copa Davis, de su deseo de volver al equipo y destacó el liderazgo indiscutido de David Nalbandian.
"Claro que quiero volver a la Davis, pero primero debo jugar mejor".
Si se domina el vértigo, la vista desde el piso 15 del hotel Conrad permite disfrutar una superposición de postales balnearias. La pileta de extrañas formas unos pisos debajo, la bahía que separa a La Brava y La Mansa, zonas determinadas según el oleaje, la isla Gorriti y las embarcaciones que la rodean... En el balcón del hotel, Gastón Gaudio (28) juguetea con su amigo inseparable (el celular) y acepta hablar con Olé antes de fugarse a una excursión en lancha. Su fisonomía cambió y no porque se haya cortado el pelo o tomado sol: desde hace dos meses usa aparatos fijos, que lo acompañarán por tiempo indefinido. Su ánimo en la charla también cambia cuando se le anuncia: "Tema: Copa Davis". Sus ganas de estar son palpables, la bronca por no haber estado en semifinales y final sigue allí, y se siente avalado por su récord copero (13-3 en singles).
—¿Qué es lo que esperás para el año próximo?
—Me gustaría estar donde estaba antes. Jugar mi mejor tenis y después de un año en el que me sentí bastante cansado y no estuve al 100% de la cabeza. Quiero ver si puedo llegar a donde estuve en años anteriores, entre los top ten.
—Este año por fin pudiste tomarte más de una semana de vacaciones, lo que no habías podido hacer años anteriores.
—Sí, eso influye. Obviamente que viene bien llegar más descansado. Pero que haya parado no quiere decir que vuelva a ser el de antes. Pero lo voy a intentar. Me falta agarrar confianza, sé que no estoy jugando un gran tenis.
—¿En qué momento de tu carrera estás? ¿Empezaste a pensar en asuntos externos al tenis o seguís focalizado solamente en él?
—Ahora sólo pienso en tenis. El año que empieza voy a dar el 100% y ver si puedo llegar al nivel que quiero estar. Después de este año veré qué hago.
—¿Seguís con la idea de encarar por el lado de las finanzas para cuando no juegues más?
—Sí, me encanta. Algún día, cuando deje de jugar, estudiaré. Algo voy a hacer.
—Y cuando hablás de volver a ser el de antes, ¿creés que podrías ganar Roland Garros otra vez?
—Primero tendría que jugar buen tenis de nuevo. De la cabeza estoy preparado para volver a ganarlo; mentalmente, haber vivido semejante experiencia es una ventaja. Hay que entrenar duro y esperar: llega un día que empezás a jugar mejor, y mejor, y mejor. No me está pasando ahora.
Un reflejo instantáneo de su tenis es su carácter. Y últimamente, se lo vio enojado consigo mismo, castigándose en exceso, insultándose. Este año empezó igual: no ganó ningún partido: perdió con Robredo y Tursunov en la Copa Vilas, con Nico Massú en la Copa Argentina y aquí en Punta perdió con Willy Cañas, aunque vale decir que no se lo vio tan enojado. Ahora espera su debut oficial en Auckland el 8 de enero para recuperar tenis.
—Los gritos en la cancha, que ya son un clásico, son la expresión de la falta de buen juego de la que hablás...
—Es fastidio, impotencia, un montón de cosas juntas. Ahora por lo menos tachamos el tema de jugar tantos partidos seguidos, porque no vengo ganando. Lo único que queda es poner voluntad.
—¿Llegaste a ver resúmenes por tele o por Internet de tus gritos?
—Me contaron. Lo vi en un gimnasio una vez pero no tenía audio, no lo podía escuchar. Pero lo miro, me reconozco y lo entiendo, la gente por ahí no. Cuando lo vivo, hay veces que no se puede controlar.
—Como la vez que te rompiste los pantalones y quisiste jugar así...
—(Sonríe). Son situaciones que no puedo bancar. Es más fuerte que yo.
—Ya dijiste que no te veías en la próxima serie con Austria. ¿Qué pensás del año de la Davis en general?
—Lo principal es que empiece a jugar mejor yo y que el capitán tenga la presión de si tengo que jugar o no. Porque ahora si no jugué acá (por Argentina) contra Australia en polvo, no voy a estar de titular en Viena (NdeR: la serie con Austria se hará en Linz). Es como que no da, ¿entendés? ¿Qué cambió? No hubo ningún torneo, no mejoré ni nada, si pensamos en la lógica de llevar el mejor equipo. No me veo en ese equipo. Pero obvio que quiero volver a estar en la Davis.
—¿Cómo está tu relación con Alberto Mancini? Se habló de una discusión...
—No está mal. Siempre estuvo bien, lo que pasa es que... él es el capitán y si él decidió que no estoy, no estoy. No puede haber una mala situación porque no hay nada que discutir. El decide todo y está bien. Por más que diga lo que diga, no cambia nada.
—¿Creés que no ir a Croacia porque no te sentías con el nivel suficiente te restó puntos para el resto del año?
—A mí me parece que es una decisión correcta si el capitán dice: "El que se baja de una, no puede jugar el resto del año". Si lo puede cumplir, y no lo hace cuando le conviene, me parece bien. Luego hay que ver si lo puede cumplir. Decir: "Bueno, éste no juega acá y no juega más". Igual, yo si fuese capitán no sería así, para mí tiene que jugar el que mejor está, aunque sea cuartos, semi, no importa... Porque el año es muy largo y son muchas las situaciones... Siempre tendría que llevar un equipo para ganar y que sea la mejor formación. No importa si no jugó todo el año... A ganar, no a que haya buena onda... A ganar.
—Para el 2007, es posible que David no juegue con Austria y luego, si se gana, regrese. Ahí no lo cumpliría, pero ¿creés que avala a David su condición de crack?
—Para mí, David es como Federer: tiene que jugar cuando quiera. Por ahí hay muchos que no comparten esta visión. Ojalá tenga ganas de jugar la mayor cantidad de veces posible. Lo quiero siempre en mi equipo. Hoy, te voy a decir algo, hay dos jugadores... Ni siquiera eso, te digo uno, que gana dos puntos de visitante. ¿Entendés? Y perdimos. Ni Ljubicic, ni Davydenko, ni Rodthingy... Ni Nadal, en pasto o contra Croacia pierde. David es el único que te da dos puntos de visitante, ¡en el mundo! Y yo, siendo capitán, lo pongo cuando tenga ganas. Aunque diga: "Hoy juego, mañana no". Si querés ganar la Davis es así.
—¿Creés que habrías podido rendir en una cancha rápida como la que se usó en Rusia?
—La Davis se hace difícil, pero creo que cuando uno pasa un buen momento todo se puede superar. Chucho no es un crack en cemento, pero así y todo jugó bien. Mismo Nadal hizo final de Wimbledon y no es un fenómeno en pasto. Hablando de Chucho, me parece perfecto que entre a jugar en cemento, pasto o lo que sea. La confianza se prioriza ante todo. Si Coria o yo estamos pasando un mal momento, y Acasuso está bien, es el que tiene que jugar.
—¿Cuáles son hoy los parámetros que creés que maneja Mancini? ¿Qué cuenta primero: el nivel actual, el ranking, actuaciones en la Davis, el grupo...?
—No sé. No sé qué prioriza. Elige el mejor equipo. Es lo que dice. Lo del momento, te das cuenta. Vos tenés que hablar con los jugadores, preguntarles, cómo te sentís, sentís que podés, que no podés... Vos sabés, viviendo del tenis tenés idea quién puede llegar a ganar un partido, o te ponés en la posición del jugador al que vas a enfrentar y te preguntás a quién le costaría más. Por una cuestión de peso, también. Yo si tengo que jugar una final de Grand Slam y tengo que enfrentar a Coria así como está, que no pasa por su mejor momento, o contra uno como Del Potro, que está jugando bárbaro, yo prefiero a Del Potro pese a su nivel. Por una cuestión de respeto, de peso. Eso es lo que siento. Hay muchas cosas que el capitán tiene que pensar.